Material básico para la Peregrinación

  • Identificación personal
  • Calzado (botas impermeables y zapatillas)
  • Impermeable/pantalones de agua
  • Jersey/cazadora
  • Pantalón largo/chándal
  • Camisas-Ropa interior (unos cuantos pares de calcetines)
  • Tobillera, rodillera
  • Cantimplora/Botella de agua
  • Bolsa de aseo
  • Botiquín de primeros auxilios
  • Sombrero (sol o lluvia)
  • Gafas de sol

Vestido y Calzado para la marcha

La vestimenta debe ser holgada y transpirable, para evitar los frecuentes roces que producen dermatitis de contacto, sobre todo en la parte interna de los muslos. Además debe llevarse ropa adaptada a la climatología de la época en que se realice la peregrinación. No debe olvidarse un sombrero. El calzado es fundamental. Debe ser bota que abrace el tobillo, pues los caminos son irregulares, pudiendo producirse esguinces que podrían incluso obligar a suspender la marcha. Aparte de ser alta, la bota debe ser impermeable y transpirable, evitando así los problemas derivados de la sudoración del pie, como las ampollas y micosis.
Complemento del calzado son los calcetines, de lana o similar, que deberán cambiarse a menudo.

Alimentación

En la víspera de la marcha no se debe realizar una ingesta copiosa de difícil digestión. Es conveniente la ingestión de más azúcar, bajo la forma de dulces o miel, de lo que comúnmente se tomaría. Las grasas (mantequillas, tocino, etc.) deben tomarse en cantidades repetidas y pequeñas.

Las proteínas (huevos, carnes, pescados y leche) son menos imprescindibles durante el esfuerzo y tienen su mayor indicación en las épocas de descanso, entrenamiento y preparación.

Las vitaminas precisas se cubren con el aporte de frutas frescas (limones, naranjas, etc.) y frutos secos del tipo de nuez y pasas.

Hacer la comida más fuerte al final de cada etapa.

La sensación de sed se calma mejor no con el aporte de líquidos muy fríos, sino con sopas o caldos templados.